En 1941 Billie Holiday causó un gran
escándalo al interpretar la canción más peligrosa del momento: Gloomy Sunday, canción culpada de
ocasionar la muerte de varias personas que la escucharon al otro lado del
mundo, y cuya virtud era el expresar una enorme tristeza, tanta como para deprimir
a cualquiera hasta llevarlo al suicidio.
Se cuenta a modo de leyenda
urbana que la canción fue compuesta por el húngaro Rezso Seress en 1933 con
ayuda de un amigo: László Jávor. Su inspiración fue una tragedia amorosa: con una
mujer que despreció al autor por pobre (en algunas versiones es Rezso y en
otras László). La canción, al llegar a los oídos de la mujer que rompió el
corazón de Seress o Jávor, la incitó a suicidarse, acto que provocó que cayera
sobre la canción una terrible maldición: todo aquel que la escucha corre el
riesgo de ser poseído por la tristeza y, en consecuencia, termina con su vida. Este
embrujo alcanzó al mismo autor (Rezso), quien en enero del 68 se quitó la vida
también, arrojándose por una ventana.
La verdad, las fuentes difieren
sobre el origen de la canción y su relación con los suicidios. Algunas
biografías enfatizan la amistad de Seress con Jávor durante la composición,
otras mencionan que Seress escribió su propia versión mientras que Jávor
escribió una segunda menos melancólica para que fuera grabada por Holiday. Lo
que es cierto es que la letra se inspiró en una relación fallida con una mujer
casada, pero no se ha comprobado que se haya suicidado.
La supuesta canción original era
interpretada por Rezso en el restaurante Kispipa Vendéglő, lugar frecuentado por prostitutas, músicos
y espíritus bohemios de esa época. En esos años Hungría pasaba por un escenario
nada alentador: el ascenso de Hitler al poder y la guerra mermaban el espíritu
de cualquiera, y debemos agregar que Seress era judío. Por una parte es
comprensible que a ese lugar llegaran constantemente jóvenes desalentados que;
al escuchar una canción fatalista y con varias copas encima, se sintieran
motivados para realizar un acto suicida. No obstante la población aledaña
comenzaría a adjudicarle la responsabilidad al pianista y a su canción maldita.
Seress tuvo la oportunidad de ir a América y cobrar regalías cuando
Holiday popularizó la canción en inglés, aunque con la misma música; sin
embargo, él no quiso dejar su tierra y decidió compartir el destino de Hungría
y trabajar en un campo de concentración donde él sobrevivió, pero su madre no.
La BBC vetó la reproducción de la canción en Inglaterra por décadas y
fue secundada en Hungría. Oficialmente
sólo se vinculó a Szomorú Vasárnap (título húngaro de Gloomy Sunday)
con 17 muertes, las radiodifusoras le adjudicaban cientos. Gloomy Sunday cargó
con la herencia suicida de la canción original y también fue prohibida incluso
en locales.
Por otro lado en América el veto no tuvo tanto impacto y parecía que se
trataba más de una táctica mercantil que de un suceso paranormal. Holliday, a inicios de los 40s, la posicionó entre las
canciones más populares. Supuestamente
este éxito motivó a Rezso a suicidarse el 12 de enero de 1968 por una supuesta culpa que sentía por los
aumentos de suicidios a causa de su obra.
Con el tiempo Gloomy Sunday se popularizó y recientemente ha sido
interpretada por distintos artistas de géneros diferentes como: Heather Nova,
Beth Gibbons, Elvis Costello, Björk, Sarah Brightman, Sinéad O'Connor, Rick
Nelson, Diamanda Galás, Lydia Lunch, Paul Whiteman, Emilie Autumn, Christian
Death y Portishead.
Hoy en día es una canción de culto, buscada principalmente por
retadores de la leyenda, no se puede negar que causa cierto morbo el escucharla
y terminar triunfalmente sin suicidarse.
También ha inspirado películas como: La caja Kovak (2006) y Gloomy
Sunday - Ein Lied von Liebe und Tod. Además ha sido parte de la banda
sonora de Schindler's List y Los
Simpson (la canción aparece al inicio del episodio Treehouse of Horror
XVII).
muy buena...Cómo olvidarla...
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