lunes, 5 de noviembre de 2012

Artículos de Filos.Mx: La voz en el doblaje y la reinvención del personaje. (Mi primer artículo)



Este año comencé a escribir para una revista digital llamada Filos.Mx, y debo compartir que ha sido de las cosas que más me han aportado en mi intento por volverme escritor. Lamentablemente tras algunos problemas en internet, algunos de los primeros artículos se han perdido, por ello en mi afán de que no se vallan al limbo, he decidido republicar (aún sin permiso de Filos) algunos de mis primeros trabajos en la revista. Espero les agrade y que del mismo modo sigan visitando FilosMX en su nueva época.



Cierra los ojos, imagina a una persona que te llama y la cual es especial para ti. Imagina que te llama a tus espaldas, es una sensación incomparable. Lo mismo ocurre cuando le llamas por teléfono, su tono exacto es lo que te da la confianza de la cotidianidad. El lenguaje no solo es uno de los sellos inigualables de cada persona, es también para algunos una capacidad netamente humana. Para los antiguos la palabra era un aspecto mágico, pues al nombrar algo lo invocas, y para los religiosos la palabra es el verbo y a la vez lo propio de lo divino. Ahora imagina que la voz de tu persona pensada, o la tuya misma no te perteneciera, que se tratara de una voz prestada que tienes que compartir, y que otros saben cuándo es tuya y cuando no.
Este dilema se puede presentar en el noble oficio del de doblaje, una profesión en la que la voz no se enajena, se comparte. El doblaje es un elemento decisivo al crear un personaje de animación, y a diferencia de un personaje interpretado en vivo, el animado dependerá de la voz que se le elija desde un inicio, pues se le está formando su personalidad.
¿Cómo podría usted imaginar a un Benito Bodoque hablando diferente? Y es que el doblaje no solo consiste en asignar un sonido a un personaje, ya sea para darle voz por primera vez o para traducirlo, el doblaje es el arte de diseñar el sello fonético para un ser naciente o que está por recrearse. Y regresando al ejemplo de la caricatura Don Gato, las voces fueron una reinvención completa de la obra, ya que en ningún otro país tuvo el éxito que en México, dado que no se pudo igualar el carácter impregnado por el gran Jorge Arvizu.
En varias ocasiones el mismo Arvizu ha narrado que cuando se le pidió hacer la voz de Benito primero contempló el personaje, lo encontró pequeño así que pensó en hacerle una voz tierna, su trazo era muy infantil y no había de otra, esa era la voz para ese personaje, y no podemos decir que se trata de un acto de causalidad, pues su personalidad no es el resultado de elementos que se aparecieron irremediablemente, la imagen completa del gatito azul es resultado de la selección cuidadosa de sus partes, en pocas palabras, Don Jorge hizo una voz para ese personaje y para ningún otro.
Continuando con la experiencia de la reinvención de la pandilla, tenemos a otra obra del mismo actor, pues dotó de una personalidad nunca antes vista en el mundo a un gato rosa al cual hizo ¡un gato yucateco! Y la lista continua con el gato tartamudo llamado Demóstenes, Otro actor incluso hizo lo mismo con el mismo protagonista, pues, con su figura rediseñada en México se convirtió en uno de los ejemplos de orador y sofista por antonomasia en el habla hispana. Logrando así dar una personalidad original a una caricatura integrando minorías tales como discapacitados e inmigrantes, dotándola de una familiaridad con el espectador.
La familiaridad funciona también con el carácter que posee algo cuando ya es conocido. Boogie el aceitoso fue uno de los tantos personajes que primero se formó en la mente de sus lectores que lo apreciaban solo en papel, en un inicio en la revista Hortensia pero llegó a ser huésped apreciado en la famosa Proceso. ¿Qué carga tan grande pueden enfrentar los personajes sin voz? La respuesta es la loza que cada lector hace tan pesada o ligera de su propio ego. Pues cuando un
personaje sale a la luz en su versión animada debe enfrentar un juicio en el que es aclamado con la aceptación, o vapuleado con la crítica de: “no les salió”. En ambos casos se observa que el personaje ya tiene un diseño cuando fue publicado, y el actor que le dará aliento debe hacerlo encarnando esa idea colectiva. Cuando Jesús Ochoa se presento al casting le dijeron –diga algo- a lo cual él solo dijo – Algo-. E inmediatamente contestaron que era él Boogie. Así es como la personalidad al ser la conjunción de cualidades únicas de un personaje le dan identidad, porque solo se puede identificar consigo mismo y lo diferencia de los demás.
Otro aspecto que cubre el actor de doblaje en la reinvención de un personaje es precisamente su corrección, y por ejemplo tenemos al héroe de México en su proceso de inmortalización, me refiero a El Santo, El Enmascarado de Plata. Durante la formación del personaje en el cine se cuestionó la mala dicción que tenía el luchador, los problemas que tenía para ejecutar un diálogo y decidieron cambiarle la voz. Para esta tarea titánica se eligió a Bruno Rey y posteriormente a otros, como Narciso Busquets u Oscar Morelli, quienes tenían la misión de continuar con el carácter impregnado por Rey. Era menester darle al héroe mexicano un halo que más allá de protegerlo de mujeres lobo o vampiros, debía hacerlo del descontento de un gran público, pues la aceptación de un personaje es directamente proporcional al recuerdo.
Hay casos donde el elegir a la voz adecuada es un evento casi predeterminado por coincidencias, caso concreto como el de Mark Hamil, que en su nombre lleva la marca del Joker “mARK HAMil”. Y resultó ser para muchos expertos uno de los más grandes Jokers de la historia de Batman.
La voz, el léxico, e incluso un perfil psicológico son solo unos de los aspectos que un actor de doblaje donará a un personaje, y en este trasplante creará el carácter propio de un individuo ficticio, él recrea el ideal de la realidad, pues a pesar de ser ficción, comparten el universo con lo tangible en tanto se manifiesten del único modo en que su recuerdo les permita.


2 comentarios:

  1. wao jajaja escomo conversar en la sala con tu abuelito, no me extrañaría que el te enseñó este estilo de escribir, me gustó Demóstenes jajaja qeue risa esta voz jajaja

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  2. Gracias, peor mi abuelito no estudió, él me enseñó muchas otras coas, pero es cierto que platicábamos mucho en la sala. Junto a la chimenea que una vez aticé apara mi persona especial.

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