lunes, 29 de octubre de 2012

Artículos de Filos.Mx: President Evil 20.12, Archivo recuperado y confidencial


Este año comencé a escribir para una revista digital llamada Filos.Mx, y debo compartir que ha sido de las cosas que más me han aportado en mi intento por volverme escritor. Lamentablemente tras algunos problemas en internet, algunos de los primeros artículos se han perdido, por ello en mi afán de que no se vallan al limbo, he decidido republicar (aún sin permiso de Filos) algunos de mis primeros trabajos en la revista. Espero les agrade y que del mismo modo sigan visitando FilosMX en su nueva época.




Hace casi 10 años, Olallo Rubio realizó en la extinta estación de radio: Radioactivo 98 1/5, la primera entrega del imaginario Juguete radioactivo, President Evil (El Presidente Maldito), una parodia del clásico juego de terror de supervivencia Resident Evil que se hiciera famoso por entrar al atractivo mundo de los zombis. Años más tarde, durante el brote de influenza que se dio en la ciudad de México, así como con la cuarentena que varios de los citadinos tuvimos que soportar, no tardaron en correr las parodias gráficas comparando a Chilangolandia con Racon City, ciudad que fue atacada con el T-Virus en el mundo ficticio que creó CAPCOM en 1996.
Pero si Bush y Calderón fueron en su momento ejemplos de presidentes malditos, actualmente son desbancados por EPN, que enmarca perfectamente el argumento para una nueva sátira en la que el terror y la violencia prometen un escenario más complicado. No obstante lo que llama más la atención es que ahora si se cuenta con el referente real de seres que emulan a los infectados de los videojuegos, los llamados: pejezombies, peñaliebers y los robotinos. Personajes nombrados así por aquellos ajenos a cada grupo. En los tres casos se puede aplicar el concepto de zombi porque se duda de su capacidad de actuar con voluntad propia, se les identifica como personas que no pueden emitir un argumento propio ya sea por fanatismo, ignorancia o conveniencia. Coincidiendo así con el elemento más atractivo de los RE, el cual eran precisamente los enemigos infectados por virus o parásitos que les robaba su voluntad y dejaba con únicamente funciones primarias.
Pero ¿por qué son zombis y no simples fanáticos? Actualmente se aceptan como propios del símbolo zombi aquellos que propuso George A. Romeo con su cinta La Noche de los Muertos Vivientes (1968)
* Se manifiestan de manera grupal
* Responden solo a necesidades e impulsos básicos (caminar y alimentarse)
* Son antropófagos
* Son torpes
* El contagio se produce principalmente por mordidas
* Su único punto débil es la cabeza
Nuestras actuales especies de zombis en el consciente colectivo postelectoral son reconocidas con las anteriores características de modos análogos, sobre todo por una tendencia violenta expuesta en los medios de comunicación no para compartir información o emitir críticas constructivas, sino para agredir, como si quisieran devorar al otro. Así pues el partir de una postura de descalificación total los acerca a la característica de tener solo motivaciones primarias y viscerales. Incluso miembros de una cierta tendencia política reconoce en sus zombis en sus propias filas, el ejemplo más claro es el caso del movimiento #YoSoy132, el cual identificó grupos que sin argumentos válidos y bajo su nombre planeaba actos violentos que terminarían por desacreditar al movimiento; acto seguido, se deslindaron de estos actos (pusieron en cuarentena a los infectados).
Es muy importante separar a los activistas con convicción y a los artífices conscientes de los que llamamos zombis, pues la discrepancia radica en que con los primeros puede haber comunicación y reflexión sobre temas, por el contrario con los segundos no es posible porque no se permiten escuchar, ya que también se consideran informados y defensores de lo justo, pero lo hace sin reflexionar seriamente.
Además, el modo efectivo para eliminar a un zombi es atacar directo a la cabeza, una metáfora que invita a interesarnos en el pensamiento del otro.
Al final del remake de La noche de los muertos vivientes (1990), la sobreviviente se percata de la brutalidad con la que los vivos tratan a los zombis, siendo que compartimos la misma especie (humana), lejos de si estos sienten o no –Ellos son nosotros y nosotros somos ellos- dice la protagonista, sin referirse a que un humano es idéntico a un zombi, sino que es delgada la línea que nos separa, no se trata de comparar moralmente a vivos y no muertos, sino señalar que un cambio de conducta es lo provoca la conversión. Romeo menciona "Los zombis podrían ser cualquier cosa. Podrían ser una avalancha, podrían ser un huracán. Un desastre aquí y allá. Los relatos se refieren a la manera en que la gente puede no responder de la manera adecuada".

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