sábado, 12 de junio de 2010

¿Es justo robar al rico y dar al pobre?

Pareciera cosa de niños el pensar en la figura de un héroe, el imitarlo e incluso soñar con convertirse en uno, es como una fantasía propia de infantes y gente inocente. Empero es menester esta necesidad, dado que la figura heroica a pesar de ser motivo de juego para los pequeños, se trata de una necesidad humana que nace en el consiente colectivo.
El héroe tiene siempre la comunión de las virtudes en su más alta estima, en un inicio el héroe era un ser casi divino que exaltaba la virtud en la medida que cumplía grandes hazañas imposibles para otros mortales. Después de la aparición del cristianismo el héroe además de cumplir sus aventuras, tiene que brindar protección y sacrificar su vida por proteger a los demás. Es ahora cuando un héroe va a destacar por su cercanía con la justicia, ya que dependiendo de su criterio con respecto a esta, sus actos tendrán valor, pues un héroe ya no es quien puede matar a un cíclope, si no lo es el que lo hace por rescatar a sus similares.
Ahora bien, en una tierra donde la gente no padece por otra cosa más que por la avaricia de sus dirigentes (o al menos de los mediadores), la figura de un héroe civil que se opone a las reglas será nuestro centro de interés, dado que sus actos están deliberadamente hechos en calidad de crimen, no obstante, será necesario estudiar la participación de la virtud de la justicia en sus decisiones.
En el presente trabajo se desarrolla el concepto de justicia en Santo Tomás tomando como eje sus partes distributiva y conmutativa, así mismo veremos qué pensaría al respecto de un acto criminal como forma de impartición de una repartición de bienes justa.
Sea llamado Robin Hood, el petirrojo encapuchado, el príncipe de los ladrones o de cualquier otro modo, este personaje medieval encarna la contradicción de la mayoría de los entendidos como antihéroes, dado que comete un acto en primera instancia delictivo como respuesta a un acto de injusticia, en este caso se refiere a los abusos cometidos por su enemigo, el sheriff de Nottingham.
Robin Hood trabaja bajo una ideología aparentemente simple: “Quitar al rico y dar a los pobres”. Al escuchar este eslogan y compararlo con lo dicho en el texto del aquinante nos viene a la mente la posibilidad de ver el quitar y dar como un proceso de distribución en este caso de bienes.
Por ello primero dividiremos esta postura en su idea y su acto, pues al mencionarla se hace una propuesta que no implica un delito como tal, dado que coincide con el concepto que tenemos de justicia.
“el hábito por el cual el hombre le da a cada uno lo que le es propio mediante una voluntad constante y perpetua” Aquino 1273,
Es así que vemos que en la propuesta de dar o quitar dependiendo de la sobra y la necesidad hay un intento de repartición por modo justo, no obstante no se delimita ni propone en qué caso y en qué medida se respeta la propiedad de la parte a la que se le retirará el excedente, así como la proporción y motivo por el que se le debe compensar a la clase oprimida.
Esta respuesta la encontramos en la cuestión 61 , donde encontramos que en las respuestas a las objeciones se plantea la retribución de bienes a aquella persona que presta un servicio a la comunidad, mas no es más competencia de la justicia distributiva como lo es de la conmutativa, pues… Se mantiene una igualdad entre bien repartido y mérito, es entonces que no es que se le dé al pobre por el hecho de ser pobre, pero, ¿entonces por qué habría de retribuirle al pobre?
La respuesta a este caso la encontramos en el contexto del buen Robin. El sheriff de Nottingham es un cobrador de impuestos tirano que excede en sus actos pro recaudar impuestos, está al servicio de noble Juan sin Tierra, el cual ha llegado al límite de la avaricia, y explota a los ciervos en desmedido exceso.
Entonces Robin Hood no es el encargado de impartir justicia, al menos en este aspecto, pues la justicia y su imposición, no es tarea de un individuo, más lo es del príncipe. Entonces Robin Hood, no es un justiciero que pretenda establecer una justicia conmutativa, porque si fuese así, estaría supervisando el modo en que los bienes se reparten al pueblo, no el que una vez dados, sea administrada la retribución de impuestos.
Siendo esto visto de este modo, nuestro antihéroe se perfila a otro tipo de justicia, y esta es el juicio ante una injusticia y su reacción ante ella, es así que no lo trataremos en papel de Justicia conmutativa, pues no empareja las condiciones según el mérito, si no retorna los bienes según el acto de injusticia bajo el que fueron sometidas las víctimas. No obstante la justicia siempre se dirige hacia el bien de otro, se dirige hacia el bien común de todos esos asuntos que conciernen a los individuos particulares, por ello la intervención en los bienes recaudados de modo excesivo es un acto de justicia. Aunque en primera instancia aparenta que la justicia del príncipe de los ladrones coincide con el concepto de justicia conmutativa como es dicho en las respuestas a las objeciones en la cuestión 61:
“aquella fórmula del juicio divino ha de considerarse según la razón de justicia conmutativa, es decir, según que equipare los premios a los méritos y los castigos a las culpas” Aquino 1273
Pues Robin Hood basa su eslogan en la posibilidad de retirar al rico bienes por castigo a su avaricia.
Primeramente entonces tenemos que ubicar a partir de la injusticia a la persona que comete la falta, siendo así es señalado el Rey Juan sin Tierra y su equipo dirigido por el sheriff de Nottingham, el juicio civil ante su severa explotación del pobre se contrapone a su derecho divino en el momento de ser juzgado, pues al final de cuentas él está cumpliendo con su papel de recaudar impuestos en bien del estado. Pero es aquí que siguiendo la misma objeción, nos percatamos que el rey no imparte justicia dado que no retribuye en medida del mérito (a diferencia de Robin Hood, el rey está en obligación de ello), por ello el acto de Robin es el de denuncia ante la injusticia del sistema, ante esto su acción es el cambiar el régimen, pues si logra la disminución de los impuestos, logrará que su enemigo, pierda el favor de la corte.
Es por ello que el acto de justicia en Robin Hood, no corresponde a la justicia conmutativa, pues no busca establecer un equilibrio entre el mérito y la retribución, ni en el castigo y la culpa, si no en la demanda de cambio de la autoridad opta por entregar bienes al pobre para así causar el disgusto del tirano.
¿Entonces Robin Hood no ejerce su justicia a través de su eslogan de quitar al rico y dar al pobre?
La respuesta aparente es no, pues el objetivo del pelirrojo no es una propuesta de distribución de bienes, si no esta es consecuencia de un objetivo externo que es el descontento con la autoridad y un sabotaje para que sea retirada y posteriormente sustituida.
Por ello se juzgará su acto a partir del concepto de justicia distributiva, más la justicia distributiva es precedida por la justicia conmutativa dado que esta aplica en función de la segunda. Pues la justicia conmutativa gobierna las relaciones entre las personas. Depende de la igualdad básica de las partes de un acuerdo. La habilidad de intercambiar libre y abiertamente es un factor importante en la distribución justa de los bienes de la sociedad. De esta manera, la justicia distributiva es tanto un prerrequisito como un resultado de la justicia conmutativa tomando en cuenta que a justicia distributiva implica una obligación de distribuir los bienes proporcionalmente de acuerdo a la contribución de casa persona. Gobierna la relación entre la comunidad como un todo, Por ello, el acto de protesta pertenece al juicio sobre el sheriff que al ejercer su obligación con base en la avaricia, lo que recibe es la no aprobación por parte de nuestro antihéroe.
Así entonces llegamos a la conclusión que Robin Hood, actúa conforme a un criterio de justicia distributiva, por ello el siguiente paso será concerniente a la virtud de justicia y su nivel de congruencia con este concepto.
El príncipe de los ladrones, actúa en por el bien de los oprimidos y se ha encargado de desarrollar una empresa con pocos hombres de confianza que a su vez mueve un número mayor de seguidores, en un principio coincide la idea de una organización social que perdonará el acto mismo de robar, dado que solo así logra un ataque directo a la economía del señor, causando así la posibilidad de caída de este. No obstante, la justicia distributiva no debería entenderse como interesada en primera medida en la provisión de una red de seguridad social. El mecanismo común por el cual se distribuyen equitativamente los bienes en la sociedad es el mercado, por ello el hecho que el pobre resulte beneficiado no es una consideración para decir que es justo el ideal comentado.
Pero como expresa el santo en la cuestión ya antes mencionada:
“cuando alguien perjudica a otro en sus bienes sin su consentimiento, mayor es la acción que sería la retribución si solamente se le quitase aquella cosa que él arrebató, pues el que dañó a otro en lo suyo en nada propio quedaría perjudicado” Aquino, 1273.
Por ello el sheriff es atacado porque además de ser asaltado para recuperar lo que fue arrebatado de modo tirano a los pobres, el asalto a otros civiles de alta clase repercute directamente contra él, al no ser apto para brindar la seguridad propia de su cargo, es entonces que es justo el ataque en mayor medida.
Empero, la cuestión gira de lo cuantitativo a lo cualitativo y viceversa, pues, se plantea la media en que debe ser castigado el sheriff y el motivo, pero en ningún momento se indica que sea un ciudadano quien deba aplicar la justicia, si no el estado. Santo Tomás de Aquino, consideró a la justicia como un modelo de regulación fundamental de las relaciones humanas, y plantea que los cuerpos indicados del juicio fuera del juicio divino (ya que el juicio del sheriff será un juicio civil), debe ser planteado por el príncipe y no así por un ciudadano.
Más como es mencionado en la concepción de virtud misma. Un individuo tiene la tendencia natural por el bien, por ello cuando Robin Hood es testigo de una injusticia tal como lo es la explotación del pueblo y los medios agresivos para la cobranza de los impuestos, la observación del mal es evidente, y su naturaleza tenderá a reaccionar en contra, es entonces que su acto no es impulsado en primera instancia por la justicia social, porque aunque su fin es el bien común, su proceder no corresponde con la ley, pues al fin y al cabo robar es un delito. Empero su voluntad está dirigida al bien. Por ello su acto no puede juzgarse como de maldad o injusticia, aunque legalmente es incorrecto. En ningún momento debemos separarnos de la idea que al justicia no es solo un sentido de equilibrio que plantea una equidad de posesiones con respecto al mérito, o de recompensas, mucho menos caer en la idea que el mérito garantiza recompensa., Por ello en todo momento debemos mantener separada la idea de bondad.
Como punto final y luego de la investigación realizada, podemos afirmar que la justicia es universal, aunque posee un papel fundamental en la articulación, codificación, adjudicación y cumplimiento de la ley apuntando siempre hacia el bien común a través de las acciones de los individuos en comunión con los demás. En el ámbito de las instancias particulares, su dirección es hacia el estado final del bien común; específicamente para la persona, una disposición hacia el bien cuyo fin primordial es el acto humano bueno. Por ello el encapuchado comete un acto en contra de la ley, más no ser esta justa, podría decirse que la rebelión es parte de su castigo, siendo entonces que Robin Hood, no pertenece más que a la tendencia general de la gente por la virtud de la justicia, pues es solo el líder de un movimiento civil. Y su acción es la de boicotear a una mala administración. El hecho de recompensar y redimir al pobre es una consecuencia de caridad, pues en el momento que asalta a las tropas de Juan sin tierra y pone en cuestión su capacidad para brindar seguridad, ya cumple con su papel de rebelde, y la repartición de bienes es un acto de caridad.




Bibliografía:
De Aquino Santo Tomás, Summa teológica,
Neil Philip, 2005, Robin Hood, Advanced Marketing CI. 2005

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Germán, en el nombre del demonio

Germán…  Claro que recuerdo ese nombre, yo nunca olvido uno: pequeña víctima de sí mismo, ignorante de su capacidad, temeroso del profu...