martes, 9 de marzo de 2010

Un Arcángel más oscuro

Episodio 26: Alguien como yo
Está cercano el ocaso y Abraham deambula con su melancólico semblante por el parque cercano a su escuela, el verano viene acompañado de las lluvias frecuentes y una nube amenaza con semblante agresivo, su estruendo aviso resuena en el cielo mientras que el chico alza la vista para verlo. No tarda prácticamente nada en lo que las primeras gotas escurren por el rostro del muchacho, no se distinguen tanto las gotas de lluvia y las de llanto, tampoco los sonidos del trueno y los del lamento, ahí venciéndose de rodillas se posa la figura amarga de Abraham que se regresa con un hueco más en el corazón y una hoja de una biblia que arrancó en la biblioteca.

Damián y Arturo esperan en la puerta de la casa de Abraham, hace poco comenzó una fuerte lluvia que dejó caerse con la confianza extrema, como diques que caen por el tiempo a lo lejos alcanzan a percibir una silueta que se desploma, una gran familiaridad hay en ese individuo que caminaba torpemente sujetándose de las paredes, su topa rota y rastros de una batalla les indican que acaba de ocurrirle algo, presurosamente al señalarlo como su amigo deciden ir a levantarlo. Con una rápida inspección se percatan que la temperatura de Abraham indica fiebre, ante esto reaccionan un tanto alarmados y buscan en sus bolsillos la llave para meterlo a su hogar.

Lilith sonríe macabramente en SPTTRO, a pesar de la gran pérdida, el saber a Ramadán muerto le causa gozo, ya se había aburrido de él y sus modos inmaduros para proceder con el manejo de los rollos. Sin embargo, pareciera que se entendió que al final todos debieron ser abiertos, no es una completa catástrofe lo ocurrido si seis de ellos ya habían dejado sus piedras brillando en el baúl.
La información recopilada señala a un joven campeón de Karate como el Arcángel, su nombre es Damián de Santiago, es estudiante de la Escuela Preparatoria del Sur, con fuertes vinculaciones de amistad con Sonia Santander, la chica a la que se le indujo el quinto rollo. También en su grupo resalta en nombre de Jesús Jerome, un chico sin muchos antecedentes y portador del ahora caído sexto rollo. Los investigadores han logrado desarrollar un árbol de relaciones personales, los lazos fuertes fuera de su familia lo vinculan principalmente con sus compañeros de karate, en particular con dos de ellos… Abraham Arrieta y Arturo Arias.
Lilith ha elegido a uno de ellos como el siguiente, en realidad ha visto coherente la idea de atacar a sus seres queridos, esto combinado con la idea de un enfrentamiento con alguien de estilo similar. Pero para su mayor placer piensa en que ahora ya puede hacer uso de su elección pasada. Cuando Ramadán no podía encontrar a Sonia era por una fuerza desconocida y poderosa, Una que provocaba unas ondas destructivas que le resultan de su agrado, le costó trabajo encontrar a la persona causante, pero al final ha sido productivo.
Cierta humedad se crea en la oficina mientras del agua emerge una figura diminuta que se pone a las órdenes de su señora.

Abraham reposa en su cama mientras que sus amigos lo cuidan, Damián sabe que él es un desorden más no deja de preocuparle el modo tan desorganizado en que se encuentra la casa, Arturo siente compasión por su amigo, hace días hablaron los tres sobre el secreto de Abraham, es complicado como aún no puede explicar la muerte de su padre y hermana abiertamente, él opta por creer que lo hizo por accidente. Cerca a la cama se acerca un gato claro que actúa como si fuese con unos viejos conocidos.
-Vaya, has crecido en estas semanas- Damián le extiende su mano para que este la huela-. ¿Cómo estás Neko?
-Su nombre está raro… ¿qué dijiste que significaba?- Arturo observa a su amigo con el gato
-No le digas raro a mi ahijado- Damián lo toma y se lo lleva a los brazos-. Es gato en japonés.
-¿Por qué ese nombre tan feo?, le hubiéramos dejado el que yo propuse… “chingaderita Jr.”-Arturo ríe un poco.
-Por eso soy yo el padrino, ¿no? Siempre debes salir con tus vulgaridades.
Damián aún tiene en mente el momento previo a la discusión entre Sonia y Abraham, con él acudió pronto a casa de Abraham para dejar al gato, en el camino Abraham le explicó que era como su hijo, y si la madre era Sonia él tenía que ser el padrino. Damián pensó en un momento que era un ritual ridículo, no obstante accedió pues le parecía un buen gesto de amistad, un momento en que sus diferencias no importaban y se lo tomaban para disfrutar lejos del Arcángel, lejos de las intrigas y sus diferencias entre los pensamientos sobre el bien y el mal, Abraham no lo llamaba malvado y él no le decía hipócrita, Sonia no era motivo de discusión, sino todo lo contrario, ellos eran una familia. Esa expresión de Abraham al llamarlo “compadre” brillaba por sí misma, quizá por la seguridad impregnada, una que aunque de manera seca y directa es sincera.
Damián se levanta del asiento que había tomado para atender a Abraham y camina con el gato hasta la cocina, de la nevera toma una paquete de salchichas y da al gato una, mientras observa como este la ataca se figura a su madre adoptiva haciendo lo propio con su amigo, su atención es llamada por una mochila entre abierta que descansa en el piso. Ahí, olvidada solo por quienes nos e encuentran viéndola, asomada con descaro se presenta una capa blanca, la misma que usualmente vuela por los aires y que desde la pérdida de Sonia no figura más por las noches. El joven se acerca para sacar el contenido de la mochila y extiende en un sillón el traje que a Abraham le ha traído tantas desventuras.
-Pensé que al ser tan fuerte, era imposible que se resfriara con una lluvia- Arturo mientras coloca una compresa fría en la cabeza de Abraham.
-También la gripe puede significar depresión, psicosomáticamente pueden bajarse las defensas- El joven se acerca con cierta timidez.
-¿Habrá comido bien estos últimos días?- Arturo voltea a ver a Damián sin poder concebir lo que sus ojos indican.
-¿Qué?-Damián vestido como el arcángel aunque sin máscara sorprende a su amigo.
-¿a poco si te queda?-Su amigo aún sigue sorprendido.
-Está un poco grande de la cintura para mí y tuve que quitarle a las botas las plantillas que lo hace ver más alto, pero sí.
El traje nunca ha sido muy vistoso, pero los daños después de última pelea y la persecución a la salida del hospital, lejos de hacerlo ver como harapos muestran un lado más agresivo. Rasgaduras en los costados sobre el atuendo blanco mostrando claros zarpazos y hoyos en las rodillas, muestran a un Damián dinámico, en él el atuendo luce más atlético, y cuando este decide quitarse la capa con cierta elegancia, se muestra un perfil aún más estilizado.
-La máscara está rota, no creo que le sirva más.
En la televisión comienza el noticiero. Entre las noticias más destacadas del día se filtra una nota deportiva.
"Entonces usted está harto de la imagen que el Arcángel ha dado a su personaje- Un locutor entrevista al Hijo del Arcángel, el luchador que tiene por derecho los registros del Arcángel, además lucha con la misma máscara que el acusado de criminal.- Si, ese tipo ha causado muchos desastres, y no estoy dispuesto a que él siga usando el nombre de mi padre-. El Hijo del enmascarado se queja al ver que después de estos años el Arcángel se ha convertido en sinónimo de desgracia-. Él no entiende lo que hace, usa la máscara de mi padre que en paz descanse y causa dolor a la ciudad, a las familias de los desaparecidos y a todo aficionado de un verdadero justiciero como lo fue el verdadero Arcángel-. Con palabras directas y convencidas él afirma que detendrá al sujeto que ha demostrado varias veces su poder devastador.-entonces… ¿Qué va usted a hacer para defender la imagen de su padre?- El comentarista aprecia al luchador indicando un zoom para que la cámara capte el coraje tras la máscara que está a punto de lanzar su sentencia-. Yo te reto, donde quiera que estés Arcángel, se que verás esto, y te buscaré hasta que aceptes luchar conmigo, ¡no le temo a tus poderes!, veremos de qué lado está la justicia, así que tienes que venir a enfrentarme… ¡En un duelo de máscara contra máscara!"
Arturo no podía retener con claridad lo que decía la televisión, en parte por su afrenta y en parte por la situación, pero algo le decía que quería olvidar las palabras del Arcángel original. Voltea a ver a la cama a su amigo que sigue delirando por la fiebre, es una tristeza antagónica la que no le permite distinguir un malestar simple y la preocupación por este, y la verdadera desesperación por el hecho que él sufre. Como los primeros días de su amistad en que Abraham decía no ser querido por la gente.
-Seguramente alguien te quiere, pero debes dejar de tener esa autocompasión- Jesús en los primeros días intenta instruir a Abraham.
-¿Tú me quieres?- Abraham le pregunta a Jesús, este claramente no quiere verse involucrado y deja que Abraham confirme su teoría con una absurda encuesta, a cada persona alrededor hace la pregunta, incluso Sonia que aún no es su novia prefieren no ser partícipes, Damián por su parte lo considera un acto incluso gay, al que no pretende responder.
-Sí-responde Arturo cuando es su turno de ser cuestionado, ante esta respuesta los demás se hacen sorprendidos, incluso el mismo Abraham se exalta tras la solución-. Como amigos.
-¡Pero qué maricas se escuchan!-Damián muestra desapruebo.
Un momento de risas colectivas surgen pues lo esperarían de Abraham diciéndole a Damián que lo quería, más no de Arturo a él. Esos días felices en que los dos grupos de amigos convivían se veían ahora más distantes, Arturo ahora más preocupado por Abraham espera que la balanza de pérdidas no se incline más en su contra, Recuerda claramente cómo él fue un factor importante para la conjunción entre su amigo y Sonia, y la felicidad que le causaba ver a todos contentos. Ahora en la casa, Damián lucía su atuendo de superhéroe y abandona la estancia aprovechando la distracción de Arturo. Al marcharse sin despedirse lleva en su conciencia el abandono de sus amigos, aunque confía en que Arturo cuidará bien de Abraham.
Ese maldito Abraham me salvó de Sonia, incluso cuando eso le hizo enfrentarse a ella, siempre teniendo esas posibilidades de alcanzar un grado superior de conciencia, decidió mejor malgastar sus noches en el rescate de gente que se sobreexpone al peligro. En una lucha que continúa con pequeños delincuentes, exponiendo a sus seres amados. Abraham siempre ha sido un mal héroe, uno que arriesgaría doscientas vidas pro salvar una sola, el mismo que se arriesgó a salir de noche sin saber el límite de sus poderes, al mismo que persiguen otros para hacerse de él, y que no ha hecho nada para detenerlos. Pero esta noche cambiará, esta noche le devolverá el favor y hará lo que el Arcángel nunca pudo, hacerse de dignidad.
-Superhéroe de pacotilla- Damián que decide tomar prestada la vieja motocicleta del padre de Abraham sale con el objetivo de librar una batalla con esos enemigos de Abraham, para probar lo que es el ser un paladín y asegurarse que es capaz de mejorarlo, una gabardina oscura que porta para las lluvias disimulan el atuendo, la primera parada será la arena de luchas, sitio donde defenderá el nombre de su amigo-. Con eso estaremos a mano, después serás el responsable si te haces o no un criminal.
En la frescura de la noche lluviosa, las gotas se impactan como heladas agujas en el frente de la moto. Como estrella fugaz que corta el cielo, Damián ahora como le Arcángel recorre las avenidas, esquivando con destreza otros vehículos, si la gente ya temía de este encapuchado, de su versión actual no podrán menos que temblar.

1 comentario:

  1. "...Ven, ven, ven, ladronzuelo ven...hay! pero ven y ven y ven a robarme a mi..."

    Ja ja...!

    Muchas gracias de nuevo por continuar escribiendo para todos quienes seguimos esta historia, ojalá más gente se una al clan.
    Feliz noche.
    Saludos.

    ResponderEliminar

Germán, en el nombre del demonio

Germán…  Claro que recuerdo ese nombre, yo nunca olvido uno: pequeña víctima de sí mismo, ignorante de su capacidad, temeroso del profu...