viernes, 26 de marzo de 2010

Casi al terminar la lucha, Damián se encuentra en peligro de muerte.

Episodio 29: Otra caída
Lilith puede sentirse tranquila, la muerte de Ramadán no es una pérdida fuerte considerando a la persona que lo había sustituido, ella aún recuerda cuando la enviaron a contactarlo, a partir de ese entonces nunca pudo llevarse de modo fraternal con su compañero. En esos días ella lo buscó en las profundas tinieblas, de modo extraño actuaba en ella una conciencia colectiva, el líder lo había encontrado con tan solo sentir a lo lejos su poder, debido al fallo del primer rollo vieron necesario el poder reclutarlo, en un inicio se mostró reacio a la idea de seguir instrucciones, pero fue cuando Lilith ocupó su enorme poder para vencerle.
Ramadán no podía creerlo, sido vencido por una mujer era algo que no asimiló jamás, Lilith sin duda era poderosa, empero se percató que al lado del líder él podría alcanzar esos niveles, por ello decidió dejar en su historial una derrota antes de pelear en serio. Tiempo después aprendería a usar el sistema de los rollos, eso y su encuentro con el Arcángel sería la motivación para continuar con el grupo.
Lilith en cambio nunca confió en él, una criatura con esas ambiciones podría en cualquier momento darle la espalda, y aunque nunca lo hizo manifiesto, ella esperaba su muerte.
Pero su nuevo elemento en cambio, no mostraba mayor interés de poder, ella lo que quiere es encontrar la Arcángel.

Le temblaban las piernas, pero de alguna fuente él sacó fuerzas para enfrentar la segunda caída. El Hijo del Arcángel sintió como si hubiera sido derribado por una locomotora incluso cuando no fue un movimiento sobre humano, es sin duda la falta de confianza lo que lo hace más débil. Damián en su esquina con mayor ligereza se mueve cazando a su objetivo.
Un aficionado al ver la derrota parcial de su héroe opta por enfrentar esa idea e ilusionarse en que le podrá dar la vuelta al resultado, con menos miedo que el encapuchado, pero si más coraje, decide comenzar a apoyarlo con un leve titubeo.
-A, a, Arcángel- sonó de modo tímido y apenas la gente que lo rodeaba lo escuchó-. Vamos, tú eres el hijo de la leyenda, tú puedes.
La gente del rededor con el mismo nerviosismo le siguió, en la arena se percibía como un murmullo, pero poco a poco ese murmullo se hacía fuerte y uniforme. El heredero de la leyenda plateada se percataba del incremento de quienes coreaban su nombre.
-Es un monstruo, pero mi padre lo hubiera encarado- apretando los dientes se encomienda al santo de su devoción antes de lanzarse de nuevo.
Damián apenas pone atención al apoyo que recibe su oponente cuando ve a este con un coraje renovado que se dirige a él como una manada atacando, no es hasta que puede distinguir las facciones de la ira cuando se percata que no está luchando con una persona común, si no con una con el poder de cientos.
La batalla de inmediato se inclina a favor del luchador, logra este impactar a Damián y tomándolo del brazo lo arroja contra las cuerdas, en una lucha ordinaria, este movimiento se prepara entre ambos luchadores por un acuerdo, pero Damián aunque no sabía lo que pasaría, pereciera que el modo exagerado en que rebotaba de ellas hubiera sido ensayado, para su desgracia, no era así.
Casi no pasa nada de tiempo cuando ya está una silueta volando sobre él, es el encapuchado que con un salto se avecina poniendo el codo por el frente. Damián solo alcanza a rodarse para evadir el impacto, quedando a ras de lona a breve distancia, Damián es alcanzado por el agarre del hijo del Arcángel, este lo levanta con facilidad mientras el joven con dificultad se aferra a permanecer en la lona. El hijo del Arcángel logra someter con una doble Nelson al otro héroe haciéndolo patalear para liberarse, con menor problema lo levanta y comienza a apretujarlo.
-He visto que no sabes luchar, pero no me opondré si usaras tu estilo de combate usual, aunque de momento, no te dejaré soltarte aunque me calcines con tus poderes- El Hijo del Arcángel le susurra al oído a Damián mientras este se intenta liberar, sin duda él aún piensa que se enfrenta al paladín que se encuentra lleno de trucos y poderes fantásticos.
Estirando a Damián en lo alto castiga sus cervicales haciéndolo gritar, el réferi se aproxima y propone la rendición para el muchacho, Damián no se rinde, todos miran su expresión de dolor, pero nos e rinde. El apoyo para el luchador demuestra que es por mucho uno de los favoritos el Arcángel auténtico, con el dolor de Damián, también aumentan las porras para el Hijo del Arcángel.
-He visto algunos videos de tus ataques y he intentado leer tus movimientos, sé que no debo dejarte distancia, y esto es para mí como aplastar una araña en su propia red- El luchador continúa su acto.
Damián está al borde de ser dislocado por los hombros, no puede escapar de semejante castigo y su pasión le hace comenzar a delirar al borde de la inconsciencia. Dentro de sus recuerdos le llega una imagen en la que él y sus amigos miran las luchas, Abraham le explica sobre algunas de las reglas, en la TV los gladiadores se entrelazan y uno somete al otro.
-Parece que se acarician- Damián con aburrimiento critica el gusto de sus amigos por el pancracio.
-Lo que ocurre es que no puedes ver el arte de este deporte- Abraham refunfuña.
-¿Arte?, si no hacen más que juntar sus cuerpos y abrasarse- Damián continúa renuente
-Mira, el objetivo es someter al otro con ataques de contacto a muy cercana distancia, la clave está en ser escurridizo y evitar a toda costa que el otro ataque, en caso que así sea, para toda llave hay una contra llave.
-Eso es obvio, pero dime… ¿Hay más modos de escaparse?
-Pues como está pasando ahora, si ves, el rudo tenía al técnico al borde de la redición, pero este ha tocado las cuerdas- Abraham menciona lo que ahora a Damián le resulta necesario.
Damián deja de patalear y columpiándose extiende una pierna todo lo posible hasta alcanzarse a las cuerdas, con solo el empeine se aferra a una de ellas, el réferi ve el movimiento y aunque vaya contra su deseo, tiene que dar la orden de liberarlo. Con disgusto el gladiador suelta a su víctima.
Cansado el joven se sujeta de las cuerdas mientras el adversario se aleja para preparar el siguiente movimiento.
-Veo que eres un buen seguidor de las normas, eso habla bien de tu encuentro planeado, debo confesar que pensé que era una emboscada, aunque ahora continúe con esa duda, me queda claro que al menos dentro del ring me enfrento con alguien que juega limpio- Damián aún dolido se estira un poco para alivianarse.
-No usó algún truco raro, quizá me equivoqué al pensar que me enfrento con un villano- Reflexiona con sorpresa el coloso mientras aumenta la euforia de la gente exigiendo que lo derribe lo antes posible.
Damián reflexiona sobre las posibilidades que tiene ante él y observa que no pude manejar un estilo que le permita el contacto abierto, ahora que… al ser él el rudo y con el consentimiento del Hijo del plateado, puede recurrir a técnicas de karate e intentar noquearlo, apenas el réferi da la señal y de nuevo se aceleran ambos enemigos para encontrarse en el centro del campo de combate.
El Arcángel pro herencia busca atrapar alguna extremidad de Damián, aunque tras lo ocurrido este no se deja atrapar superando en velocidad al luchador. Damián con hábiles movimientos se sortea evitando dar la espalda poniendo en apuros al rival, de este modo se lo posiciona desde abajo e impacta una patada al mentón haciéndolo retroceder.
El hombre de la máscara recibe tres golpes más en el abdomen doblándose y dejándose caer ante la mirada de todos.
-Basta ya de niñerías, ahora verás lo que hago contigo y tus movimientos actuados- Damián imponente se perfila para atacar con su conocimiento en karate, el público alrededor enardecido comienza con sus silbatinas.
El enmascarado oficial se duele del orgullo y procede a lanzarse, aunque recibe de lleno uno de los ataques de de Damián con su fuerza muscular se infla de aire para que el golpe rebote, Damián desconcertado pierde un valioso segundo en el que su oponente la ha capturado por la espalda.
-Ahora verás de que son capaces mis movimientos actuados- El luchador arremete.
En el movimiento del gladiador logra manipular el ligero cuerpo de Damián elevándolo considerablemente y cargándolo con la cabeza abajo, se acomoda y prepara un suplex underhook para azotarlo con la lona, el resultado es por completo favorable. Jamás en su vida Damián había recibido semejante impacto en un combate, el peso de su oponente le hace tener los hombros y la espalda en el piso, sin dudarlo un instante más el réferi comienza el conteo y Damián no puede liberarse. El luchador no se retira hasta que se indica que se ha hecho de la caída.

Arturo ha sido testigo a distancia por medio de la TV de cómo su amigo se ha envuelto en un auténtico desafío luchístico, aunque la narración no deja de lanzar flores al favorito, la imágenes hablan por sí solas de cómo el luchador se ha ganado confianza y cada vez más evidencia su superioridad sobre el chico.
-Debes escapar, ese tipo te hará pedazos y la policía no tendrá consideraciones al terminar la batalla- Arturo le habla a la TV como si esta pudiera recíprocamente llevar el mensaje a su camarada.
Abraham se vira en la cama y al fin luce más tranquilo, entre sueños escucha la narración del encuentro y los comentarios de Arturo. Ya de modo más consciente asimila la idea que en un lugar lejano su compadre es maltratado por su luchador favorito, poco a poco abre los ojos y se hace en su cuarto, al percatarse Arturo de esto reacciona de modo alegre pro la recuperación parcial de Abraham.
-A… rturo- débilmente Abraham habla-. ¿Qué pasó?
-¡Ya estás en ti!, me habías preocupado bastante- Contesta el muchacho con una expresión positiva.
-¿Quién pelea en la tele?
Guarda silencio Arturo con solemnidad y a la vez con el deseo de que Abraham nos e entere, aunque no hace nada por impedir que Abraham enfoque al transmisor le gustaría que se apagara en ese momento.
-Él fue a defender tu nombre-sentencia el joven
-Damián, ¿fue a defender mi nombre?
Arturo brevemente explica al enfermo sobre el reto del luchador y la resolución que tomó Damián.
-No pude detenerlo, prácticamente se esfumó sin avisar- agrega el muchacho.
-Ese canalla, no podía quedarse sin ganar algo de crédito, gracias por los cuidados pero debemos llegar a esa arena antes que le quiten la máscara- Abraham intenta levantarse de la cama y al hacerlo tropieza, es ayudado por Arturo.
-Estás muy débil, así no llegarás ni a la puerta- su amigo le guía de vuelta a recostarse.
-No puedo dejar que él haga esto, seguramente hay bastantes francotiradores que esperan la orden de dejarlo como queso.
-No puedes hacer anda, él decidió ir.
-Entones decidiré lo mismo yo- Abraham coloca su dedo en la sien de su amigo sonriendo-. Esto me recuerda a otro amigo que ya perdí, no dejaré que pase de nuevo.
Arturo comprende que Abraham incluso ene se estado es capaz de dejarlo inconsciente, sería una necedad intentar detenerlo, así que le permite levantarse. Abraham da unos pasos y Arturo el acerca ropa para cubrirse.
-No debo dejar jamás que alguien más luche por mí.

Ha pasado la media hora más larga para Damián en un duelo, gran parte del tiempo ha tenido que escapar de intentos de llaves y candados que le ha querido aplicar el veterano, en ocasiones él aprovecha un espacio e intenta movimientos acrobáticos que no conoce a la perfección, aunque los cronistas narrarán que esta será la mejor lucha de sus vidas, todos sabrán que solo lo es por la carga simbólica, pues en técnica y nivel, Damián deja mucho que desear. El rescate de la joven y el inicio explosivo en el encuentro ahora menguan su energía, el evadir los ataques contrarios cada vez es algo menos eficiente. Por otra parte el contrario también sufre el desgaste, pero el apoyo de su público lo hace que no muestre flaqueza alguna.
El Arcángel informal observa en una de sus tantas carreras un hueco por el que puede emular el movimiento del enemigo y hacerse de su espalda, con una estocada elegante se posiciona y logra capturar el cuello rival, impulsado por un largo salto gira un par de veces circundando por encima al oponente y capturando el antebrazo para caer sobre la espalda contraria ejerciendo una palanca que rinde al luchador, un movimiento sumamente complejo conocido como helicóptero fue descubierto pro el de modo incidental. Al estar pecho abajo y con la cara contra el piso, el Arcángel oficial sufre ahora el castigo, el réferi muy en contra de su deseo, tiene que ofrecerle la rendición, con todo y lo que esto implica.
-No puedes más- Damián ejerce presión psicológica-. Es tu última oportunidad antes que con mis poderes te arranque el brazo.
-No me rendiré jamás, mi padre fue un símbolo y debo defender su recuerdo y significado- con un último respiro el aún enmascarado intenta soportar el padecimiento.
Mijares al percatarse del riesgo que corre el favorito da la orden a los francotiradores de alistarse para disparar
Ante la sorpresa de Damián más de una docena de puntos luminosos de un rojo intenso le cubren el cuerpo, se percata entonces que está siendo apuntado por rifles de larga distancia. A pesar de ello no afloja a su adversario exigiendo una rendición pronta para escapar.
Las balas se deslizan con su dirección común, Damián cierra los ojos y de algún modo espera un milagro, una sensación de paz lo inunda y sabe que la luz está cerca. Al abrir los ojos mira una silueta que con un golpe de energía detuvo cada disparo.

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Germán, en el nombre del demonio

Germán…  Claro que recuerdo ese nombre, yo nunca olvido uno: pequeña víctima de sí mismo, ignorante de su capacidad, temeroso del profu...